26/8/08

Agosto: vacaciones y perros en las carreteras

Hoy estoy indignada, como cada vez que veo una injusticia, esta vez ha sido al ver a un perro en medio de la autopista. No me ha hecho falta mirar el calendario para recordar que estamos en agosto, el mes de vacaciones por excelencia. Y por supuesto no serían unas vacaciones como dios manda si hay que ir con la mascota a cuestas y cómo gastarse parte del dinero en una “guardería” canina… una vez descartadas esas opciones solo nos queda tirar al perro del coche entre la salida 30 y 31 de la autopista.

No me entra en la cabeza que pueda existir gente (por llamarlos de alguna manera) capaz de cometer semejante atrocidad. Ya no se trata solo de que un animal confía ciegamente en su/s dueño/s, sino el hecho de hacerlo sabiendo el final que le espera al pobre. Que por norma solo se dan dos casos: el primero (con un poco de suerte) es que algún vehículo se cierna sobre el perro (mientras sigue corriendo tras el coche de sus amos) causándole una dolorosa aunque rápida muerte; el segundo que sobreviva lo suficiente como para morir lenta y dolorosamente de inanición. No creo que exista ninguna forma de morir que sea indolora, así que en cualquier caso el sufrimiento del animal es seguro (aunque no inevitable).

Existe una tercera opción, se da en contadas ocasiones (tan pocas que ni siquiera forma parte de la estadística): cabe la posibilidad, que no probabilidad, de que alguien sensible y con algún resquicio de sentimientos se pare a recoger al perro abandonado y se lo lleve a su casa para cuidarlo, pero como he dicho antes solo se da este caso en raras y excepcionales ocasiones. Lo que me recuerda al cachorrito que recogí en un polígono industrial un día como hoy (agosto también, que casualidad…) hará cosa de 3 años, mi Bimba la perra más buena, obediente y cariñosa que he visto a día de hoy.

Realmente no comprendo como puede alguien abandonar a un ser que depende total y completamente de ti. La única teoría que tengo al respecto es que el ser humano (un error llamarnos así, porque la humanidad precisamente no abunda) al ser la especie más evolucionada (cosa de la cual discrepo, pero eso lo dejo para otro día) ha creído erróneamente ser la dueña del planeta y de todo lo que hay en él. Así que en nuestra infinita arrogancia hemos llegado a creernos superiores y por tanto nos hemos convencido de que nuestra vida es la única que tiene valor, la cual cosa nos da derecho a arrebatársela a cualquier ser “inferior”.

Esto es solo mi opinión y supongo que habrá tantos puntos de vista como personas en el mundo, así que ahí lo dejo y que cada cual piense lo que quiera.

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